Que todos los soles pueblen tu corazón en tus noches oscuras de soledad e incomprensión, sobre todo cuando la tiniebla nazca desde dentro...
Que la luz de todos los amaneceres te arrope a la vuelta de todas las esquinas, al dorso de todos los muros, al filo de todas las espinas...
Que la fuerza de todos los vientos sean tu aliento cuando falte y el empuje cuando las rocas del camino se hagan montaña...
Que tus pasos se hagan mudos a la queja y los juicios y tus oídos se hagan sordos a los "no puedes", y sobre todo, a los feroces " no puedo"...
Que la tierra te nutra de raíces y el cielo te regale alas, que el camino te sostenga y el horizonte te abra los brazos...
Que tu paso sea pájaro abriendo todas las fronteras...
A ti, que estás leyendo, Aquí y Ahora...
Gracias por coincidir...
Ada Luz Márquez
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