Si lo esencial es la Visión frente al mero ver las cosas, y cuando nos convertimos en Mirada dejamos de mirar, debemos saber también que las palabras no son la Palabra… Así, si para un pintor el sentido más importante para el conocimiento de la verdad es la vista, y dedica todo su esfuerzo al desarrollo de la visión, el escritor, el artista de la palabra, desarrolla el oído y la escucha. Un escritor (y ha habido muy pocos escritores, pues la mayoría de los que así se llaman son realmente ‘escribidores’, que es un concepto muy distinto) solo escribe cuando las palabras y las historias llegan y le cogen la mano para dibujar los sonidos, después de escuchar la vida que yace en las situaciones de mayor desolación y abandono humano... El auténtico proceso de la escritura parte, por tanto, del silencio más profundo. Tal y como afirmaba R. M. Rilke: “El silencio absoluto es el ámbito fundamental y único en el cual todo lo que es esencial es escuchado…”
He cruzado la línea hace tiempo, descorriendo casi todos los velos, quitando todas las máscaras/la persona; y me he asomado a otros mundos. Vivo en lo que Baudelaire definía como 'chambre double', la cual sólo abandono para ocuparme de las cosas más necesarias. Mi "estar aquí", mi presencia, se parece a un sueño hibernal iluminado… Vivo instalado en un constante viaje iniciático, en una epopeya que nadie puede imaginar siquiera…
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