He cruzado la línea hace tiempo, descorriendo casi todos los velos, quitando todas las máscaras/la persona; y me he asomado a otros mundos. Vivo en lo que Baudelaire definía como 'chambre double', la cual sólo abandono para ocuparme de las cosas más necesarias. Mi "estar aquí", mi presencia, se parece a un sueño hibernal iluminado… Vivo instalado en un constante viaje iniciático, en una epopeya que nadie puede imaginar siquiera…

sábado, 23 de abril de 2016

Sin más horizonte que la soledad, el dolor y el abandono...

Las mejores obras de la literatura universal, y hasta los mejores pensamientos, las ideas más elevadas, llegaron a seres humanos que estuvieron encerrados en cárceles y mazmorras (Boecio, Cervantes, Quevedo, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Miguel Hernández, Oscar Wilde…) La lista de escritores que escribieron lo mejor de su obra encontrándose en prisión, sería interminable. Durante mucho, mucho tiempo, estos presos veían todos los días lo mismo: los barrotes, las ratas, el zafarrancho, el patio, las paredes vacías...

Sin más horizonte que la soledad, el dolor y el abandono, oyendo constantemente los quejidos sangrantes de otros reclusos… Y así, día tras día, como Sísifo… Todo, todo esto, no es sino una metáfora de la existencia. Y, sin embargo, esos pocos seres de luz trascendieron las sombras y supieron crear Belleza; vieron más allá de las apariencias y convirtieron su penosa existencia en Arte y en Vida...

 
 



 
 
 
 
 

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