Luther King, dijo que de “la oscuridad no puede sacarnos de la oscuridad. Solo la luz puede hacerlo. El odio no puede sacarnos del odio. Solo el amor puede hacerlo”.
Cada día vemos mas odio en las calles contra los refugiados, y vemos cómo los partidos de extrema derecha se manifiestan contra ellos y suben electoralmente. Todos sabemos que los refugiados no son culpables de su desgracia y todos sabemos quienes desgarraron su país y lo destruyeron. Mientras niños y mujeres mueren ahogados en el Mar Egeo, el petróleo ensangrentado del mal llamado Estado Islámico, (DAESH), sigue fluyendo hacia Europa y se sigue vendiendo en el mercado negro. Para el petróleo ensangrentado no existen fronteras, vallas ni campos de refugiados. Los barriles de petróleo manchados de sangre llegan a Europa tranquilamente, sin sellos, pasaportes ni permisos de residencia. Europa devora este petróleo y expulsa a los refugiados de las guerras que ha ayudado a crear.
El 4 de diciembre Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, se dirigió a los refugiados diciéndoles “No vengáis a Europa”, pero no se dirigió a los traficantes de petróleo, ni a los vendedores de armas, para decirles “no destruyáis Siria”. Las leyes del mercado se han convertido en reglas criminales dirigidas por principios mafiosos, que no tienen en cuenta a los seres humanos y que son aplicadas por psicópatas sin alma...
Y, en medio de este vendaval, cientos de jóvenes fascistas de toda Europa se marchan a Iraq y Siria a luchar para salvar (según ellos) la civilización occidental del “islam y del mal llamado Estado Islámico, (DAESH)”. El fascismo ha demostrado históricamente ser un monstruo devorador de países, etnias y culturas, y ahora sueña con destruir la Unión Europea y crear una Europa identitaria. El terrorista islamófobo Anders Behring Breivik, que asesinó a 77 personas en Oslo, durante el juicio celebrado por su crimen, se defendió criminalizando a las víctimas y diciendo: “No eran inocentes sino activistas políticos que trabajan por el multiculturalismo. Si hay alguien diabólico son los socialdemócratas y los marxistas culturales, porque desean transformar el país en una sociedad multicultural sin consultar con la población. Actué en una situación de urgencia en nombre de mi pueblo, de mi cultura y de mi país. Por lo tanto pido ser liberado”.
La obsesión de la mayoría de los grupos de extrema derecha ha sido la de validar como referente único del islam a los grupos terroristas como el DAESH, para poder legitimar su islamofobia. Donald Trump, en una entrevista concedida a Anderson Cooper, en CNN, mantuvo que:
La guerra es contra el islam radical, pero, "es muy difícil de definir. Es muy difícil de separar. Debido a que no se sabe quién es quién".
PEGIDA (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) fue la vanguardia de la extrema derecha alemana contra el islam, la inmigración y los refugiados, y recientemente, el partido “Alternativa Alemana” ha recogido sus frutos colocándose como segunda fuerza política en Sajonia y tercera en Renania y Baden-Wurttemberg, con el apoyo de entre el 12 y el 24 %, del electorado. La líder de “Alternativa Alemana” Frauke Petry, realizó las siguientes declaraciones:
"Necesitamos controles fronterizos completos para que no crucen a través de Austria tantos refugiados no registrados", "disponer de suficientes policías fronterizos" que "no duden" a la hora de rechazar a éstas personas.
Los grupos terroristas, con sus crímenes, han abonado la tierra para que nazca con más fuerza el fascismo, la extrema derecha y el populismo xenófobo anti-islam. Hitler afirmó en el Congreso de Nuremberg en 1936: “La propaganda nos ha llevado hasta el poder, nos ha permitido desde entonces conservar el poder, también la propaganda nos concederá la posibilidad de conquistar el mundo”
La línea de actuación de gran parte de los grupos xenófobos e islamófobos de extrema derecha en la actualidad es la siguiente:
1. Estigmatización y acoso del islam mediante:
a. Criminalización de toda la comunidad musulmana por los atentados terroristas que se cometen en su nombre, aunque las principales víctimas de estos grupos terroristas sean los propios musulmanes en países como Siria, Iraq o Nigeria.
b. Deslegitimación de los lideres y colectivos musulmanes, indicando que los auténticos practicantes del islam son los grupos terroristas, lo que equivale a no reconocer como musulmanes a los que condenan el terrorismo o a considerarlos mentirosos.
c. La negación de la pluralidad y diferentes corrientes en el seno del islam y su compatibilidad con la democracia, presentándolo como una creación política y no religiosa. El islam no es una religión y por tanto no debe ser tratado como una religión lo que significa que no está dentro del marco de la libertad religiosa y se puede perseguir o prohibir.
d. Violación de los principios religiosos del islam y de los sentimientos religiosos de sus creyentes, mediante actos de provocación como burlas, caricaturas o pintadas ofensivas del Profeta del islam (saws), u otras acciones, (colocar cabezas de cerdo en las mezquitas).
e. La negación de un islam europeo creando una confusión entre cultura y religión, es decir se niega la posibilidad de ser de cultura europea y de religión musulmana. Para un islamófobo, si eres musulmán no puedes ser europeo, lo que contradice la realidad de países como Bosnia o de ciudades como Sarajevo, que forman parte de la identidad europea y son de mayoría musulmana.
2. Propagación de prejuicios y falsos rumores contra los musulmanes:
a. Señalando a los musulmanes como vagos que viven de las subvenciones, las ayudas sociales y abusan de la sanidad, cuando ha quedado probado que los inmigrantes son jóvenes que acuden con menor frecuencia al médico y pagan impuestos indirectos como todas las personas, recibiendo ayudas sociales en función de su renta y no de su religión u origen nacional.
b. Responsables de la inseguridad ciudadana, lo que no es correcto ya que la delincuencia de guante blanco hace más daño y se condena menos. Esta es una manera de estigmatizar a las personas de menos recursos económicos señalándolas como propensas a la delincuencia, lo que es un argumento clasista y racista.
c. Enfrentar a parados e inmigrantes señalando que los segundos quitan el trabajo a los primeros, cuando lo cierto es que las responsables de las crisis económicas son las grandes empresas financieras internacionales y la desregularización del mercado laboral, que depende de la economía neoliberal y no de la inmigración.
d. Presentar a los musulmanes como invasores y colaboracionistas con grupos terroristas, aunque se trate de europeos de religión musulmana, perfectamente integrados en la sociedad.
e. Se representa a la mujer musulmana como un arma de guerra que a través de su vientre quiere conquistar Europa pariendo hijos. Esta visión despersonaliza a la mujer, ya que deja de ser un fin en sí misma para ser un objeto o instrumento y un objetivo en la lucha contra el islam.
3. La asimilación o expulsión de la musulmanes que residen en Europa:
a. Dejándolos sin referentes culturales y religiosos, devaluándolos como personas al considerar de manera neocolonialista que sus creencias son inferiores, aplicando medidas tales como:
b. Acosar a las mujeres musulmanas mediante leyes y normas para que no puedan usar el hiyab, señalándolas como mujeres sumisas, maltratadas o incapaces, algo que es contrario a la realidad, ya que el hiyab es una prenda religiosa que no implica la sumisión de la mujer al hombre. Las principales víctimas de la violencia islamófoba son las mujeres musulmanas.
c. Prohibición de las fiestas, ritos, costumbres y prescripciones del Corán, como algo extraño, impidiendo la comida halal en los centros escolares, cuando se pueden dar medios alternativos sin ocasionar ningún conflicto.
d. Negación de las aportaciones de las personas musulmanas al avance de la civilización, la cultura y la tecnología, presentando al terrorista como único referente del islam y utilizando su terrorismo cultural para desacreditar el islam.
e. Fomentar la oposición a la construcción de mezquitas y la inmigración de personas musulmanas, por representar un peligro, aunque contradictoriamente se trate de refugiados que huyen de la guerra y de los mismos grupos terroristas que actúan en Europa (DAESH).
f. La no aceptación de las personas musulmanas como miembros de su país negando la identidad española o europea a estas personas. La extrema derecha construye una identidad falsa de España y de Europa, como una creación realizada a partir de su enfrentamiento con el islam —como una reconquista— sin aceptar lo que quedó en España de cultura musulmana, tras casi 900 años de presencia islámica, (desde el 711 hasta el 1.610, en que tuvo lugar la expulsión de los moriscos)
Ángel Fernández Pérez
Otros enlaces del mismo autor, sumamente interesantes y dignos de leer, sobre la islamofobia:
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