He cruzado la línea hace tiempo, descorriendo casi todos los velos, quitando todas las máscaras/la persona; y me he asomado a otros mundos. Vivo en lo que Baudelaire definía como 'chambre double', la cual sólo abandono para ocuparme de las cosas más necesarias. Mi "estar aquí", mi presencia, se parece a un sueño hibernal iluminado… Vivo instalado en un constante viaje iniciático, en una epopeya que nadie puede imaginar siquiera…

sábado, 17 de mayo de 2014

La Salida del Laberinto Demiúrgico...

Se puede escuchar como fondo de este post el Preludio del Acto I de Lohengrin de Richard Wagner...





Cada paso dado en la naturaleza es como una suerte de plegaria. Y es que a la madre tierra, en general, y a la montaña, en particular, y más aún a ésta, se ha de acceder con el mismo respeto y temor reverencial con el que se adentra uno en un templo sagrado. A fin de cuentas, la naturaleza es el templo primordial por excelencia... Por este mismo motivo, dicho sea de paso, siempre he admirado profundamente el arte insigne y primordial del pastoreo... 




Para mí es fundamental compartir contigo lo que constituye la egregia figura del pastor, la cual es una de las más abundantes en las diferentes culturas a lo largo de la historia, hasta el punto de que se podría decir que es una de las constantes en el imaginario de los seres humanos en todo tiempo y lugar. Los más bellos relatos que protagonizan personajes míticos los suelen contar entre sus personajes destacados, y muchos héroes famosos ejercieron el oficio de pastor, desde el sabio Hesíodo, Dionisos o Apolo, en la Antigua Grecia, hasta el Buddha, o Indra, en la Antigua India, por no hablar de Moisés o el rey David en la Biblia… ¡Qué bella imagen, en este contexto, es la del Buen Pastor, que tanto celebró -por ejemplo- un Virgilio o un Fray Luis de León! Durante toda la larga Edad Media, y hasta bien entrado el Renacimiento, las novelas bucólicas y los relatos pastoriles apasionaban a las gentes, tanto a la minoría letrada como al pueblo que lo recibía como tradición oral ¿No es realmente significativo?




Sí, el buen pastor (en todo sentido, también el que pastorea todas sus pulsiones vitales) cuida sus ovejas, las conduce por los campos hacia sabrosas praderas, las sana cuando están enfermas, las protege de los siempre acechantes lobos… El pastor, con toda su solitaria tranquilidad, transita los espacios abiertos, y es capaz de orientarse por las estrellas, conoce el lenguaje de las nubes, la voz de los árboles, el idioma de los animales… Por esto, ha sido y es el símbolo perfecto de la austera sencillez que lleva a la sabiduría, de la habilidad para llevar todo el ser hacia la tierra nutricia, hacia la luz… Es curioso, ahora que lo pienso. En los tiempos de internet, de los i-phone, los i-pod y las altas tecnologías de todo género; en los tiempos de la glorificación de la técnica y de la globalización más absoluta, resurge ahora con fuerza la profesión de pastor, como una especie de aviso para los tiempos que se avecinan…




Discúlpeme el lector esta introducción bucólica, que me ha salido del alma, y permítame compartir mi último viaje iniciático, en el cual mi cuerpo astral se introdujo inopinadamente en una cueva y recuerdo perfectamente que recorrí pasillos larguísimos de piedra, hasta que pude otear desde un risco una imagen impresionante, que era algo así como el cerebro central del Demiurgo. Allí lo que vi (mi comprensión procesaba todo lo que veía de un modo mucho más sutil y directo que en este estado que denominamos como ‘conciencia ordinaria’) fue un inmenso campo No-Local de información formado por cifras que iban modificándose en una sucesión continua y constante, a una velocidad abrumadora. Era un campo de información al que se hallaban interconectadas multitud de réplicas, es decir, partes que entre todas conformaban un todo, como un internet o una red de redes. Desde una de las múltiples subdivisiones, un ser insertado en el proceso -por vía de su máquina biológica- personal, y que era justamente un clon de mí mismo, mi otro yo, empezaba a observar el continuo fluir de la red y el proceso con el que se halla intercomunicado... ¡y por un instante sintió un atisbo de desconexión!




Como todas las demás réplicas interconectadas este ser tenía unos sensores o sentidos que -vía impulsos eléctricos- a cada instante transmitían a su cerebro información que el campo No Local generaba continuamente. El cerebro era una máquina ordenador cuya función básica era decodificar los impulsos eléctricos que le transmitían los sentidos. Este cerebro funcionaba con un programa que convertía los números en Fuerza, creando sobre la mente (o pantalla del ordenador biológico) un holograma tridimensional en el que todas y cada una de las formas y figuras que aparecían eran registros de información. En sí mismas las formas y las figuras que aparecían en la pantalla no eran más que energía-información: era el programa o Sistema el que les daba consistencia……



                                               
¡Qué descubrimiento in situ más impresionante! VI que existen diferentes frecuencias, estados, cuerpos más o menos sutiles y de hecho podemos decir que el ser humano vive una realidad psicodélica en el sentido de que “ve” aquella “realidad” con la que su estado químico-energético-vibracional sintoniza al modo que lo hace un aparato de radio o un televisor al sintonizar el dial. Hay muchas, infinidad de frecuencias y realidades en las que el hombre puede vivir pero sólo vive aquella en la que ha sido INSERTADO por:

- su propia herencia genético-biológica,

- su estado de salud,

- la derivada de la influencia social, padres...

- la educación y el adoctrinamiento al que es sometido desde pequeñito por la propaganda del Sistema en sus “centros de enseñanza” y medios de “comunicación”...




Como siempre he repetido, y ahora lo Vi y me lo Viví claramente, Matrix es una trampa: es la madriguera en la que los hombres buscan el cobijo y la seguridad que su máquina biológica, en su inconsistente juego de “realidades” proyectadas, nunca podrá ofrecerles. La máquina biológica humana es una criatura de Matrix. Matrix no tiene consistencia ni realidad. Cada parte, hasta la más pequeña, contiene el todo; el todo está en cada parte, en todas y cada una de las subdivisiones que hagamos hasta el infinito; ¡nada está separado, todo es uno, todo está interrelacionado! Todo se intercomunica a través de un universo No-Local al que todas y cada una de las partes se hallan indisolublemente vinculadas: ésta es la red de Matrix. –Y no tengo ni qué decir que a este campo local se le ha llamado usualmente “Dios”, que como bien decía Borges en su cuento fantástico ‘La esfera de Pascal’, y a modo de koan, “es el círculo cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna”-.




El universo demiúrgico es esto que acabo de describir, el Todo, que surge a raíz de la sombra, de una caída intemporal, en un tiempo sin tiempo. ¿Qué había “antes”? O mejor aún, puesto que aquí no hay sucesión, y el mismo tiempo es una entelequia. ¿Dónde se encuentra el centro del laberinto, el intersticio por el que salimos de la madriguera, con nuestros cuerpos de luz, pues la materia biológica vuelve lógicamente al bios? Toda la Philosohia Perennis, la Tradición Primordial, todas las Religiones Ancestrales, la Gran Obra, no abordan ni más ni menos que el Regreso a Casa. Como bien sabemos, todas las prácticas espirituales conducen al Nirvana, a la Liberación, al Despertar, a la Iluminación…, que no es en definitiva sino este salir de la matriz generadora y devoradora, la rueda del Samsara… ¡¡¡y alcanzar la Luz!!!




Las Parejas Hombre-Mujer que se convierten en Luz salen juntos. - A la luz de mi Visión, comprendí luego a la perfección este breve extracto de un diálogo de la película “Matrix” entre Neo y el Arquitecto…

NEO:

- Tríniti

ARQUITECTO:

- A propósito entró a la Matriz para salvar tu vida a costa de la suya

NEO:

- No...

ARQUITECTO:

- Lo que al fin nos trae al momento de la verdad donde la falla fundamental es por fin expresada y se revela la anomalía como principio y fin. Hay dos puertas. La de la derecha conduce a la Fuente y la salvación de Zión. La de la izquierda conduce a la Matriz. A ella y al final de tu especie. Atinadamente dijiste, “el problema es elección”. Pero ambos sabemos lo que vas a hacer. Ya puedo ver la reacción en cadena. Los precursores químicos que anuncian la expresión de una emoción diseñada específicamente para sobrecoger a la lógica y la razón. Una emoción que ya está cegándote ante la simple y obvia verdad: ella va a morir y no hay nada que puedas hacer para evitarlo. (...) fffm... Esperanza, es la desastrosa ilusión humana y fuente simultánea de tu fortaleza más grande y mayor debilidad….




Hasta aquí el fragmento de la película, donde podemos encontrar muchas claves secretas, que en puridad sólo se pueden desvelar en un estado alterado de conciencia (que realmente es el normal). Cuando menciona el Arquitecto que ‘Tríniti entró a la Matriz para salvar la vida de Neo a costa de la suya’, y que es algo que tanto nos recuerda a la elfa que se hizo humana por amor al rey humano Aragorn en ‘El Señor de los Anillos’, estamos asistiendo a un Mito Ancestral en el que cualquier pareja primordial entra de lleno. Estamos hablando ni más ni menos que del arquetipo gnóstico de la pareja de luz, el paredro celestial… No me es posible ahora profundizar en este tema; deberé limitarme a indicar todo lo que he verificado en persona a través de mis últimas Visiones, que quizá vaya relatando más adelante en este blog… aunque no sé si es conveniente emitir ciertos mensajes de altísima frecuencia a través de este medio, de la red de redes....






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