Respiramos, confiamos, fluimos...
El Amor es el Agua de la Vida. Tu-yo la bebemos con el Alma y el Corazón…
23/05/2014 - Autor: Memedi - Fuente: www.preparemonosparaelcambio.com
Respiramos, Confiamos, Fluimos…
No hay nada que sanar para nuestro verdadero yo y, a la par, nos sanamos y liberamos de las partes de nosotros mismos que se han ido adhiriendo a lo que somos a través de las experiencias tridimensionales. No hay principio ni fin para nuestra Esencia Divinal, pero en las vivencias humanas las etapas se suceden y un nuevo ciclo termina para que otro comience.
Y todo gira a nuestro alrededor... envolviéndonos en la exquisita fragancia de la Vida... llena de tantas percepciones, sensaciones y sentimientos... Felices… en Paz... fluyendo como un manantial de vida y llenando la Vida de Amor... Porque toda una vida sin Amor no es nada, puro humo… El Amor es el Agua de la Vida. Tu-yo la bebemos con el Alma y el Corazón…
Respiramos, Confiamos y Fluimos....
En esta ola de Amor en la que plenamente Vivimos, olvidados de cualquier cuidado y abandonados en las manos de la Vida, nos volvimos locos y ebrios... altamente
En Amor Uno... con toda la existencia... Nuestro corazón se diluyó en el Amor... esencia de toda experiencia y creación... Respiramos y nuestras formas se difuminan fuera del tiempo, sin pasado, sin futuro e, incluso, sin presente... Y en ese respirar, nos elevamos como lo que somos: Espíritus al viento volando y viajando por los mundos creados por Dios... Y vemos y contemplamos que esos mundos son nuestro propio mundo interior, que nada hay afuera de nosotros y, a la vez, todo lo que hay afuera es nuestro fiel reflejo.
Y Confiando sin confiar... la Vida entera, con todas sus múltiples manifestaciones, nos abraza, acoge y ama inconmensurablemente... Todo llega sin más, todo llega sin ni siquiera confiar.... Y en el Fluir eterno, sumergidos en la Nada, dejamos inevitablemente de existir... Simplemente Somos la Existencia que en nosotros se manifiesta y regocija llena de jubilo, dicha y gozo supremos ... Dios celebra en el Uno la existencia.
Nos sentimos Felices y Plenos, llenos de esta Vida magnifica que Es y en la que hemos creído Real y Verdadera.
Respiramos, Confiamos, Fluimos...
Somos contigo-migo hasta que el Cosmos, por su expansión, estalle y nuestro periplo experiencial se vierta en la Nada que Somos y siempre hemos sido.
Establecidos en lo que Somos, vivimos incólumes e inalterables ante los deseos de la mente, los impulsos de las emociones, las ataduras de los sentimientos, los vaivenes de los pensamientos. No hay preguntas ni interrogantes que nos preocupen, ni dudas que nos acechen, ni disyuntivas ni encrucijadas de caminos que nos hagan vacilar.
Nuestra única vía es la Divinidad de nuestra naturaleza esencial; nuestro único destino, el aquí y ahora, el momento presente en el Vivir Viviendo; nuestro único puerto, el Océano de Silencio en su integridad.
Hemos tomado consciencia de lo Real, que observamos a través de los intersticios de la realidad hasta que el observador se transforma en lo observado. Se desvanecen así las dualidades, las dicotomías, las diferencias entre el sujeto y el objeto, los juicios, las interpretaciones mentales… Todo es Uno y la Unicidad se plasma en una Diversidad que es manifestación de nosotros mismos, sin excepciones...
Respiramos, Confiamos, Fluimos…
No buscamos nada, no esperamos nada… Nada que alcanzar, lograr, perseguir… Se diluyó el mundo ilusorio de las expectativas, los resultados, los objetivos, las metas, los esfuerzos, las comparaciones, los paradigmas, los modelos… El Gran Teatro del Mundo se representa a nuestro alrededor como proyección nuestra. Y nosotros mismos Jugamos a Crear representando un papel sin perder la consciencia de actor, conociendo bien el argumento y libres para movernos con Libertad por el escenario, que es la Vida entera a nuestra disposición.
Estamos aprendiendo a ser humanos…. Más humanos cuanto más plasmemos nuestra divinidad en la cotidianeidad de la vida diaria. Y en la cotidianeidad divinal brilla la Felicidad incausada… la Felicidad como Estado Natural.
Respiramos, Confiamos, Fluimos…
… Y sabemos…
… Sabemos que todo brota y se proyecta desde nuestro interior más sagrado. No nos cuestionamos nada, ni nos planteamos razones o metas. Nada esperamos, ni siquiera de uno mismo. Flotamos en la humildad y la ausencia de ambiciones y pretensiones. Todo nos alegra, nada nos inquieta y ejercemos la paciencia a cada instante.
… Sabemos dar sin pedir nada a cambio. No nos sentimos afectados ni por lo que la vida da ni por lo que la vida quita, pues nada es “nuestro” ni “nos” pertenece”, por más que nosotros mismos seamos Todo.
… Sabemos siempre hacia dónde vamos. Nuestro destino es el Presente, el Ahora. Conocemos nuestro camino y lo experienciamos a cada paso viajando sin otro equipaje que nosotros mismos. Y de cada paso somos conscientes y somos dueños.
… Sabemos quiénes Somos. Hemos vencido nuestros miedos a través del conocimiento de uno mismo y compartimos la Sabiduría que desde nuestro interior aflora sin enseñar nada, sin hacer nada… en el hacer no haciendo, en el ayudar no ayudando, en la coherencia con la que vivimos nuestra consciencia, en el Amor que Somos y todo Es.
… Sabemos que todo es un hermoso juego y una Celebración constante.... Sólo hay dos cosas que hacer en la Vida: Bendecir y dar Gracias. Así de simple es todo, así de fácil y maravilloso...
… Sabemos que somos libres desde que el Creador tuvo la genialidad de inventarnos... que la Felicidad nos pertenece por el simple hecho de existir....
… Sabemos que todo está hecho y cumplido y lo único que pretendemos es gozar del instante presente, que es donde ya tenemos Todo sin tener Nada... Libres y ligeros de equipaje…
Respiramos, Confiamos, Fluimos…
La Dicha de Ser inunda nuestro mundo y ya nada importa, pero si queremos, sin querer nada y sin pretender nada, seguir abriendo nuestros pétalos al Sol para que toda la existencia nos pueda disfrutar...
Somos Felices y eso ya nada podrá impedirlo, porque eso no depende de nada del exterior... La Felicidad es un regalo que se nos ha dado y al que decimos sí a cada instante habiéndonos instalado en la Paz profunda de las aguas del Océano de la Consciencia... Y eso nadie puede evitarlo...
Así nacimos y así morimos para continuar con nuestro viaje del alma por el Omniverso... Desnudos como almas eternas y transparentes; en soledad, pero terriblemente acompañadas por la gracia divina y por todas las formas creadas y no creadas por nuestro Padre/Madre, que es, a la vez, nosotros mismos.
En absoluta atemporalidad… Así vivimos y existimos. Lejos de tiempos, fuera de espacios.... Somos inabarcables e inconmensurables y no hay lugar donde contenernos... porque somos todo y conformamos el vacío... Y aquí creemos que existimos... en este efímero y ensoñado plano terrestre donde la ley de la impermanencia rige la vida... Y, a veces, esto es lo que creemos ser, involucrándonos con el mundo de la forma, creyéndonos sólo humanos y no absolutamente divinos.... De este modo comienza el viaje del olvido por el mundo de la mente... Y resulta que todos nosotros creamos y todo proyectamos creando desde la inconsciencia.... Y el ser humano se deja llevar por la consciencia -inconsciencia colectiva y olvida y se pierde para luego encontrarse si está en su sino e ir recordando quién realmente Es....
Respiramos, Confiamos, Fluimos…
Y quizás una nueva ventana se abra en lo profundo del corazón anhelante. Una ventana hacia el interior, donde se encuentra la salida y la entrada al Reino de los Cielos, el Paraíso donde reside la Verdad.
Hemos Regresado al hogar... nos hemos dado cuenta que nunca lo habíamos abandonado... sólo que no lo podíamos ver porque veíamos con los ojos de la mente… de la ilusión... velados por la ignorancia...
Hemos Recordado... estamos Despiertos... y ya nada es cómo creímos que era... Ahora sólo podemos contemplar el mundo con los ojos del Corazón... con los ojos del Amor... porque es así como realmente uno Ve de verdad... Todo lo demás... es ilusión...
Ahora podemos Ver y Sentir... lo que siempre hemos sido... eternidad viajando... a través de la Nada sin tiempo... y así Somos y nos Amamos... siendo el Amor mismo...
Respiramos, Confiamos, Fluimos…
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