Aria Da Capo de Johann Sebastian Bach...
ECO PERDIDO
Un día, siendo niño, recorría los prados
y el viento matinal trajo a mi oído
algo así como un cántico, como un sonido
en la azulada atmósfera, o un deleitoso aroma,
un perfume de flores cuya estela duró
una eternidad: la eternidad de mi niñez entera…
No había vuelto nunca a percibirlo,
pero ahora, en estos días, vuelvo
a escucharlo aquí, dentro de mi pecho,
palpitando a escondidas… Y el mundo
me es indiferente ahora, y no quiero
cambiarme por los hombres felices;
sólo ansío escuchar, mudo e inmóvil,
cómo se expande el eco perfumado,
trasunto de aquel otro de la infancia…
Hermann Hesse
No hay comentarios:
Publicar un comentario