He cruzado la línea hace tiempo, descorriendo casi todos los velos, quitando todas las máscaras/la persona; y me he asomado a otros mundos. Vivo en lo que Baudelaire definía como 'chambre double', la cual sólo abandono para ocuparme de las cosas más necesarias. Mi "estar aquí", mi presencia, se parece a un sueño hibernal iluminado… Vivo instalado en un constante viaje iniciático, en una epopeya que nadie puede imaginar siquiera…

martes, 25 de febrero de 2014

La Modernidad o la podredumbre del Progreso...

Quiero hablar hoy del Tradicionalismo, no en el sentido católico o carlista del término ni mucho menos, sino, bien al contrario, con este nombre deseo denominar a un movimiento esotérico conocido específicamente como Perennialismo o Philosophia Perennis. Esta Visión del Mundo ha sido compartida por autores tan heterogéneos y tan profundos como René Guénon, Julius Evola, Oswald Spengler, Mircea Eliade, Ernst Jünger, Yukio Mishima, Isidro J. Palacios, Sergio Fritz Roa, Alain de Benoist, Frithjof Schuon, Ananda Coomaraswamy, Carl Schmitt, Henry David Thoreau, Martin Lings, Ralph Waldo Emerson, Rainer Maria Rilke, William C. Chittick, Titus Burckhardt... y otros muchos genios del espíritu a los que siempre he leído con auténtica fruición. He aquí un texto muy esclarecedor que nos distingue a la perfección la antítesis existente entre la Tradición y la Modernidad...

TRADICIÓN Y MODERNIDAD

Archivado en: Janus Montsalvat, Tradición

Según el simbolismo astrológico, el Sol recibe su Luz de sí mismo, mientras que la Luna, al carecer de Luz propia, la toma del Sol. La Luz reina por la noche, cuando el Sol se ha puesto. Por lo tanto, la Luna representa o simboliza el eclipse, la noche, la oscuridad. No es de extrañar que todas las grandes civilizaciones de la humanidad hayan tomado como símbolo el Sol. Curiosamente el islamismo, religión fatalista y con pretensiones globalizadoras en esta fase final del Kali-Yuga o Edad de Hierro, tiene por símbolo la Luna…

En esta etapa final del Kali-Yuga, que también podríamos denominar como Edad de la Luna, reinan por doquier la oscuridad, la confusión y el eclipse total como valores políticos dominantes. Simbólicamente, el Oeste (Occidente) ocupa el lugar del Este (Oriente); el nadir ocupa el del cénit. Se ha producido una inversión total. Lo que debería estar en lo alto ha sido relegado abajo (la plebe domina sobre los sabios, guerreros o ascetas); lo que tendría que estar confinado en la oscuridad se halla a plena luz (la maldad y la imbecilidad están mejor vistas por las masas fanatizadas que la bondad o la humildad); lo que había de continuar débil se ha hecho fuerte (ahí está el culto actual a todo tipo de degradación, depravación o de minusvalía), en tanto lo que era fuerte se ha hecho débil hoy (las castas espirituales y aristocrático-guerreras). Tal es la inversión satánica que se ha producido en nuestros días.

La Historia de la Humanidad es una lucha constante entre dos cosmovisiones: la solar y la lunar. Tradición y Modernidad son dos órdenes de la realidad totalmente irreconciliables y antagónicos entre sí. Los valores de la Tradición tienen su antítesis en los anti-valores de la Modernidad o subversión anti-tradicional:

MUNDO TRADICIONAL (Valores)

-Estabilidad         

-Poder de uno sólo      

-Soledad del poder (jerarquía, organicismo). 

-Poder conferido por una consagración (iniciación).                          

-Poder confirmado por el tiempo (sociedades estamentales. Castas).   

-Armas llevadas por una casta (aristocrático-guerrera)                      

-La Montaña que emerge de los mares (simbolismo de la Verticalidad sobre el Caos).                                                        
-Continuación de la Tradición (duración).                                         

-Verdad.

MODERNIDAD (Anti-valores)

-Inestabilidad

-Poder de todos (Era de las masas, Quinto Estado. Edad de los parias).

-Poder popular (plebeyismo, masificación).

-Poder conferido por votos (invasión de la sub- humanidad en la esfera de la política).

-Poder destruido por el tiempo (fin de las castas. Igualitarismo).

-Armas en manos de todos (Muy típico de Yanquilandia, civilización prototípica de la Modernidad. Lucha de clases).

-La Montaña hundida en los mares (simbolismo de la descomposición del Orden).

-La revolución permanente (eclipse).

-Mentira.
   
Existe un lazo sutil entre el Hombre y la Tierra, entre las grandes leyes del cosmos y el Hombre (“como es arriba, es abajo”). Nuestra civilización perversa y suicida, con esa especie de fuga hacia delante que es la superstición del “progreso”, ha roto ese lazo: el “cordón dorado” de la Tradición que nos unía espiritualmente con nuestros antepasados ha sido abolido (individualmente, sólo la Iniciación puede restaurarlo aún en tiempos de caos generalizado). Otra nueva Edad de Oro despuntará, pero sólo después del final -catastrófico, sin duda- de esta Edad de Hierro-, del mismo modo que un hombre no puede renacer a una nueva vida sino después de la muerte.

Hasta aquí el texto archivado de Janus Montsalvat, en Tradición. Deseo ahora comentar brevemente a mis lectores que, hace unos meses, vi durante un rato la televisión (algo que no hago casi nunca por motivos de salud espiritual), y me impactó fuertemente un anuncio nauseabundo del Banco Sabadell. Un video en blanco y negro, que por su radical antagonismo con un fragmento bellísimo (en blanco y negro también, lo único en común) de la película "Mishima", viene a colación con el asunto que abordo en este post. Veamos la comparación de estos dos fotogramas, dignos de ser puestos uno tras el otro para que contemplemos la cosmovisión de un héroe por un lado (la Tradición) y la de un capitoste del sistema (la Modernidad), el 'último hombre' nietzscheano, por otro...

En este enlace, que contiene la película "Mishima: una vida en cuatro capítulos" (1985) dirigida por Paul Schrader, el fragmento al que he hecho referencia sería el que va de la 1 hora y 10 minutos a 1 hora y 12 minutos, esto es, solo dos minutos de duración, cuando el actor que encarna a Yukio Mishima,  Ken Ogata, hace una kata en unas imágenes maravillosas con unas palabras que lo dicen todo y que entroncan plenamente en la Tradición... 

Las bellas palabras de Mishima, en off, chirrían para nuestro tiempo presente que es completamente decadente y nihilista, el cual está perfectamente representado por este breve spot publicitario del Banco de Sabadell, titulado "¿Cuánto vamos a vivir?", y en el cual el Dr. Jesús Tresguerre nos da la esperanza, gracias a los futuros trasplantes, de "vivir" 20 años más...

Aquí podemos contemplar con meridiana claridad la diferencia esencial, eidética, entre el mundo tradicional y el mundo moderno o antitradicional, la podredumbre del progreso.

Libro recomendado hoy, uno de los mejores que he leído en mi vida:

"El Zen y la Cultura Japonesa" de Daisetz T. Suzuki, en Paidós Orientalia  



No hay comentarios:

Publicar un comentario