He cruzado la línea hace tiempo, descorriendo casi todos los velos, quitando todas las máscaras/la persona; y me he asomado a otros mundos. Vivo en lo que Baudelaire definía como 'chambre double', la cual sólo abandono para ocuparme de las cosas más necesarias. Mi "estar aquí", mi presencia, se parece a un sueño hibernal iluminado… Vivo instalado en un constante viaje iniciático, en una epopeya que nadie puede imaginar siquiera…

sábado, 4 de junio de 2016

El miedo es el origen de la mayoría de los problemas...

Charlas con Sheij Mohammad Abdullah: una estudiante, su matrimonio y el miedo
 
عوذُ بِٱللَّهِ مِنَ ٱلشَّيۡطَٰنِ ٱلرَّجِيمِ بِسْمِ اللهِ الرَّحْمنِ الرَّحِيمِ
 
Salam alaikum
 
El miedo es el origen de la mayoría de los problemas psico/emocional/espiritual que experimentamos. Los errores que cometemos son impulsados por miedo. El estrés que nos ataca es generado y alimentado por miedo. Lo bueno que podamos hacer es obstaculizado por el miedo...
 
Hace tiempo escribí: “…Ahora el primer tipo de miedo (de tres tipos), es el miedo original. Este miedo, una vez empezado, forma una tendencia temerosa bien establecida profundamente en nuestro ser. Cuando nacemos nuestro estado original está íntimamente vinculado con Dios. Somos casi casi uno con Él. Pronto empezamos a cobrar consciencia del mundo. Primero funciones básicas como hambre y procesos físicos del cuerpo. Entonces vemos cosas, queremos cosas, el mundo nos fascina. Nuestros gustos y disgustos se refinan. Ya al fin nos encontramos totalmente involucrados, enlazado con el mundo y la vida. ¿Y qué pasa? Nos olvidamos de Dios, de dónde venimos y a dónde vamos. Por influencias familiares, sociales y culturales, el ego (el nafs) ha empezado a desarrollar una personalidad o, usando la palabra con su significado en latín, una persona (en latín ‘persona’ significa ‘máscara’).
 
El crecimiento de este aspecto del nafs (ser bajo o ser terrenal), la personalidad falsa, nos alejamos cada vez más de nuestra relación original con Dios. El nafs/personalidad cree que él hace cosas, que él sabe todo y él está en control. Pero en nuestra esencia sabemos que eso no es verdad, que somos seres totalmente dependientes, que sin Dios no podemos hacer nada. Este es el origen de una tendencia miedosa. Tenemos miedo esencialmente porque nos hemos alejado de Dios y eso nos da miedo. Estando inconsciente, este miedo y nuestro concepto erróneo de lo que somos (que somos tan importantes) el miedo transmuta y se manifiesta en una gran variedad de formas dependiendo de la historia de la persona. Pero todo miedo proviene de esta separación temprano de Dios. Por falta de esta relación íntima con el Creador, la persona lucha contra la mera realidad tratando, de alguna manera, de ser Dios. Sin embargo en su esencia sabe que no lo es, que no puede ser, que sólo Dios es Dios y nada es posible sin Dios. Por eso casi todo el mundo sufre de complejos emocionales proviniéndose de esta contradicción o conflicto interior. Sólo restableciendo el vínculo con Dios podemos dominar el miedo…”





 
Ese miedo se manifiesta en un sinfín de formas pero la más común es la de poner la fe en otra persona o cosa en lugar Dios. Por falta de fe (o fe disminuida), la gente anda con miedo de perder algo a lo que está apegada, tanto posesiones materiales como personas... Hay un caso en que una mujer “amaba” tanto a su pareja que lo puso antes de todo, era su rey, su príncipe azul, era toda su vida. Un día el “rey” la engañó con una chica más joven y dejó a la señora como si nada. La señora estaba destruida como si ya no tuviera razón para vivir, intentó suicidarse, se hundió en una depresión profunda y no se recuperó durante un largo tiempo.
 
En otros casos un matrimonio es insoportable por celos injustificados. Debemos amar pero amar no es poseer. Todo en este mundo es temporal, sólo Dios es real y permanente. Aunque nuestra pareja no es Dios, podemos amar a Dios a través de él o ella. Si Dios te ama, Él hace que otros te aman. Cada persona es una chispa de la esencia de Dios. Debemos amar esa parte de la persona, su esencia buena pero nuestra fe pertenece a Dios y a nadie más. Nuestra pareja es parte del esquema arreglado por Dios para nuestro aprendizaje. Podemos decidir aprender o podemos escoger no aprender. La forma en que tratemos nuestros seres queridos es una expresión de esa decisión... Paz...


Sheij Mohammad Abdullah

La Tariqa Sufí Islámica Qadiri-Rifai Ansariyya

 
 
 
 
 
 
 

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