He cruzado la línea hace tiempo, descorriendo casi todos los velos, quitando todas las máscaras/la persona; y me he asomado a otros mundos. Vivo en lo que Baudelaire definía como 'chambre double', la cual sólo abandono para ocuparme de las cosas más necesarias. Mi "estar aquí", mi presencia, se parece a un sueño hibernal iluminado… Vivo instalado en un constante viaje iniciático, en una epopeya que nadie puede imaginar siquiera…

domingo, 12 de junio de 2016

El hijab y el discurso falso e hipócrita de la modernidad...

LA PROHIBICIÓN DEL HIJAB DEMUESTRA QUE TODO EL DISCURSO DE LA MODERNIDAD ES COMPLETAMENTE FALSO E HIPÓCRITA 
 
La inmensa mayoría de los ciudadanos europeos son agnósticos y ateos en la praxis y de corazón, esto es un hecho, al margen de cómo se autodenominen -"cristianos" dicen, pero tienen de cristianos lo que yo de marciano... - Como las sociedades ateas y nihilistas son decadentes y degradantes, no solo no prohíben que sus mujeres vayan semi o totalmente desnudas por la calle, sino que lo fomentan con su relajación moral y sus modas al uso. El espacio público en el mundo ateo es una sentina de inmoralidad en todos los aspectos. Esto nadie lo puede negar pues contra hechos no valen argumentos.
 
Y mira por donde la misma sociedad que tolera la indecencia, prohíbe el hijab en las mujeres. ¿Por cuál razón una sociedad tolera la desnudez y en cambio reprime el estar muy vestido? Porque su "tolerancia" es una mera fachada, así de sencillo. La llamada 'era moderna' se inició con un sin fin de masacres, con un auténtico baño de sangre en nombre de la "libertad", no hay más que estudiar a fondo la revolución francesa (lo cual recomiendo) y sus consecuencias para darse cuenta de esto. De aquellos polvos vienen estos lodos...
 
 
 
 
Todo el discurso de la modernidad es completamente falso e hipócrita, y a la hora de la verdad lo único que hace es propagar - en todas las esferas - la inmoralidad y la corrupción mientras reprime la moralidad, la decencia, el recato, el pudor... Ya lo decía un sabio sufí: "Dunya es luminosa por fuera y oscura por dentro; mientras que el Arif es oscuro por fuera y luminoso por dentro..." Así es, en efecto. Con entera razón, y al hilo de este asunto, el filósofo alemán Max Scheler afirmaba: "La muchedumbre de los estímulos agradables mata justamente la función y el cultivo del goce, y cuanto más abigarrado, alegre, ruidoso y atractivo se hace el conjunto, más triste es el interior del hombre…"
 
Esto que se escribió hace casi un siglo, ¿no es hoy más cierto que nunca? Sólo hay que mirar a nuestro alrededor para darse cuenta hasta qué punto hemos equivocado la dirección y hemos subvertido los valores. Un mundo ‘ilimitado’ que ignora o niega la trascendencia, cubriendo y ocultando la Realidad, se hace necesariamente luminoso por fuera y oscuro por dentro. Mientras que, por el contrario, un ser iluminado y consciente es oscuro por fuera (a los ojos del mundo y como consecuencia incluso de la irradiación que emite) y luminoso por dentro. - Llega un momento en la vida, verdaderamente sagrado, en que ya no es posible dejarse engañar por las luces de neón del gran teatro del mundo, sobre todo cuando se ha tenido el enorme privilegio de conocer a auténticos maestros sufíes que han sabido contagiarte de su interior ebriedad divina y de su exterior sobriedad y empaque. Aquí se encuentra la autenticidad y ya no hay juegos que valgan…
 


 



 

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