Esta melodía de flauta japonesa titulada 'Lluvia matutina' es realmente fascinante. El sonido de esta shakuhashi ayuda y conduce a meditar como nadie puede imaginar. Su melodía se prolonga en el infinito...
Ya no queremos escribir ni hablar sin más. Solo podemos tolerar el Arte, la Palabra que es música, que nos da Visión… Trazamos figuras con nuestras manos en el aire, como quien danza. Amamos lo ligero, lo volátil, el vuelo sublime de una mariposa, la levedad del aire… Amada mía, dibuja conmigo, antes del alba, un punto blanco sobre el lienzo oscuro y saltemos dentro de él con nuestras alas de ángel para abismarnos en la inmensidad del espacio que no conoce de formas ni fronteras…
Como rocío de otoño/ posándose momentáneamente/ sobre la trémula hierba, tan efímero/ será nuestro paso por este mundo… /Pero seremos hojas despiertas que caen/ sobre la floresta encendidas de amor…
Ningún ruido distrae el curso de mis pensamientos. Una noche en calma como ninguna… En este silencio de espanto hay un dulce aroma a sándalo, un perfume a revelación… ¿Dónde andarán los seres que fuimos…? ¿Se habrán esfumado sin que nos hayamos dado cuenta? Si así fuera, no se habrán marchado a cualquier lugar ordinario, sino a un país de niebla y nubes… Aquí y ahora el Sol asoma en nuestros corazones, sin el peso del tiempo… Recuesta tu cabeza sobre la superficie del mar, deja flotar tu cuerpo ingrávido de luz sobre la piel de la tierra… Sí, amada mía, siente mecer tu espíritu como una medusa, sin oponer la más mínima resistencia. El mundo, nuestro mundo, sería un lugar más habitable si lo mirásemos siempre con estos ojos. Libres de las trabas del sentido común, lejos de los obstáculos del deseo y del apego... Diluyámonos en un abrazo con el mar en calma… Dejémonos acunar y absorber por sus aguas regeneradoras…
Has descubierto, conmigo, que el mensaje no se da, lo que se sugiere no se debe decir... Decir sin decir es precisamente el tercer principio estético del arte taoísta. Así se logra la influencia poderosa de la sugestión. El emperador Hui de la dinastía Sung escogía a los miembros de su academia entre los artistas que mejor sabían aplicar este principio estético. En cierta ocasión propuso como ejercicio que ilustrasen este poema:
“Los cascos de su caballo vuelven cargados/ con los perfumes de las flores pisadas”
El artista ganador pintó un jinete seguido de una nube de mariposas.
En el arte chino, cuando las formas terminan, el significado continúa más allá, como los ecos se prolongan, lejanos, tras la voz extinguida... - A menudo el símbolo es el vehículo de la reticencia, aludir a algo, no por su significado obvio sino por lo que ello representa. El perfume de las flores se convierte en mariposas, no es necesario decir más, es algo que el ser profundo del espectador entiende perfectamente...
Encontramos un concepto análogo en la manera japonesa de entender la estética, se conoce como Yugen y, como en la reticencia taoísta, se sugiere, nunca se define, lo mismo que sucede con el sfumato de Leonardo da Vinci...
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