CONVERSACIONES
INTIMAS CON LA MADRE TIERRA
por Thich Nhat Hanh
por Thich Nhat Hanh
Índice.
1.
Tú eres el planeta azul, la Bodhisattva Tierra Pura y
Fresca.
2.
Tú eres la madre de todos los budas.
3.
Nuestro Padre Sol está en ti y en nosotros.
4.
Formamos parte de la familia solar.
5.
Tú has hecho emerger la vida a partir de la luz del
Padre Sol y con ella te has engalanado con un
magnífico vestido azul.
6.
Tú eres nuestra morada a la que podemos volver a cada
paso.
7.
Aprendemos a amar a la luz de la sabiduría del
inter-ser y de la no-discriminación.
8.
Nuestra naturaleza es el no-nacimiento y la no-muerte.
Nuestra luz y nuestro tiempo de vida son ilimitados.
9.
Contemplando los fenómenos en su dimensión última,
podemos liberarnos de todos los sufrimientos.
10.
Queremos ser tu hermosa continuación y protegerte
para que siempre estés con nosotros.
11.
Tomamos refugio en ti, Madre. Puedes contar con
nosotros.
CONVERSACIONES INTIMAS CON LA MADRE TIERRA
Querida Madre, eres nuestro planeta, madre de todas las especies comprendida la nuestra, la de los seres humanos. Tus hijos se cuentan por miles de especies y cada una tiene su propio lenguaje. Como tú eres la madre de todos, tú comprendes todos estos lenguajes, y por lo tanto el nuestro también. Por esto siempre es posible, fácil y agradable conversar íntimamente contigo y rezarte.
1.
Tú eres el planeta azul, la Bodhisahtva de la Tierra
Pura y Fresca.
Querida
Madre, me inclino ante ti, lleno de un profundo
respeto, plenamente consciente que estás presente en
mi y que yo soy una parte de ti. Tú me has traído al
mundo, me ofreces todo lo que necesito para nutrirme.
Me das el aire para respirar, el agua para beber, los
alimentos para comer y las plantas medicinales para
curarme cuando caigo enfermo. Puesto que me has traído
al mundo una vez, sé que me traerás al mundo miles
de veces más y que no moriré jamás. En cada
manifestación me renuevo. Cada vez que vuelvo a ti,
Madre, tú abres tus brazos compasivos para acogerme.
Tú
eres la Gran Tierra. Tú eres Tierra. Eres Gaia, el
planeta azul, la Bodhisattva de la Tierra Pura y
Fresca. ¡Qué deliciosos y frescos son tus perfumes!
¡Qué hermsa eres! Eres capaz de acogerlo todo, de
protegerlo todo y de transformar incluso los
escupitajos malolientes, los gases tóxicos, las
radiaciones… Te tomarás todo el tiempo que haga
falta para hacer este trabajo, incluso un millón de
años si es necesario.
Tienes
muchos hijos, miles de especies entre las que se
encuentra la nuestra, la de los seres humanos. Algunos
de nosotros, cegados por la avidez, la arrogancia, la
ignorancia no te han reconocido como madre. Y han
provocado muchos desastres, y han devastado tu salud y
tu belleza. Sé que tienes suficiente energía para
abrazar y transformar todos nuestros errores. Pero
nuestra ignorancia continúa empujándonos a
explotarte y a engendrar conflictos. A veces, te
fatigamos.
Madre,
tu paciencia y tu resistencia te han convertido en una
gran bodhisattva, un lugar de refugio muy sólido para
todos nosotros. Cada vez que nos desestabilizamos,
cada vez que nos perdemos en el olvido, en la
tristeza, en el odio o en la desesperación, sentimos
la necesidad de retornar a ti y tocarte. Tomamos
refugio en ti para volver a encontrar la paz, la
alegría de vivir y la confianza en nosotros mismos.
Sabemos que todos somos hijos tuyos. Y aunque hayamos
cometido muchos errores, tú siempre nos perdonas y
cada vez que retornamos a ti, tú siempre estás
dispuesta, nos tiendes tus brazos de madre amorosa y
nos envuelves con ellos. Gracias a ti tenemos la
naturaleza del no-nacimiento y de la no-muerte. Tú
conservas en tu corazón inmensos tesoros de energía.
Te prometemos que los utilizaremos adecuadamente para
no agotarlos. De esta forma, no tendrás que pasar
millones de años restaurándolos con paciencia y
diligencia.
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