Mírame todas las veces que desees... pero no llegarás a conocerme... Ya que, desde la última vez que me viste he cambiado cientos de veces... ~ Rûmi
No creo que aquí se refiera Rûmi tanto al ser humano -aunque también- como a Allâh. Como decía un sufí, nadie experimenta a Allâh de la misma forma porque Él nunca se repite en Su manifestación. Existe de hecho un axioma cosmológico que afirma que «la auto-revelación de Dios nunca se repite a sí misma». En el sufismo se recurre de hecho a la alegoría de los «vidrios de colores» para explicar los resultados de la emanación divina unificada sin mostrar un cambio en el Emanador divino. La Luz es la Realidad principal, esencial y total, y la coloración del vidrio representa la particularización de esta Luz...
No creo que aquí se refiera Rûmi tanto al ser humano -aunque también- como a Allâh. Como decía un sufí, nadie experimenta a Allâh de la misma forma porque Él nunca se repite en Su manifestación. Existe de hecho un axioma cosmológico que afirma que «la auto-revelación de Dios nunca se repite a sí misma». En el sufismo se recurre de hecho a la alegoría de los «vidrios de colores» para explicar los resultados de la emanación divina unificada sin mostrar un cambio en el Emanador divino. La Luz es la Realidad principal, esencial y total, y la coloración del vidrio representa la particularización de esta Luz...
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